martes, abril 24, 2012

Parra y el Cervantes

* Esto partió como un tweet, pero se extendió demasiado

Entregar un premio a tan tardía edad puede llegar a confundir y hacer creer que se está entregado por la trayectoria en desmedro de uno a la calidad o a la transcendencia.  Ambas razones, en algunos casos son dignas de ser premiadas, pero que cambian plenamente el contexto del galardón. 

La diferencia es importante y en el caso del Cervante recién recibido por Nicanor resulta fundamental. Acá resultó útil la longevidad de Parra para que el jurado alcanzara a premiar a un eterno candidato y que no se muriera antes de tiempo.

Cuando se ha convertido en un lugar común pedir y esperar el Nobel para Parra llega el premio más importante de la literatura hispanoamericana. Obviamente la importancia mediática es otra, poca gente recuerda los dos Cervantes que tuvo el país anteriormente, pero se pude vanagloriar en alguna conversación nacionalista con los dos premios Nobel conseguidos y la frase de que "Chile es un país de poetas".

Sin embargo, pese al desconocimiento, la importancia del Cervante es tal que pudo superar bochornos como el premiar en un mismo año a dos autores muertos, como si una persona muerta valiera por la mitad de una viva (antipoesía pura) y ahí está año tras año entregando pautas sobre las letras en hispanoamérica

Por suerte a diferencia de otros Parra ha sido aplaudido en vida, bibliotecas llevan su nombre y antologías son publicadas regularmente, pero la gran deuda que tenemos con él es la lectura de su obra. En este contexto siento que resulta mucho más relevante el premio para nosotros como país que para Parra, importante porque no tenemos que esperar a que se enferme o muera para revisitarlo o comenzar a leerlo. 

Y es el mismo Nicanor quien nos señala que el camino para celebrarlo es leerlo y nos advierte que aún le queda mucho por entregar, después de todo ya nos avisó en su no-discurso de aceptación"Soy acreedor del Premio Cervantes, X un libro que estoy X escribir"