miércoles, diciembre 28, 2011

Capítulo Tres


Home - Depeche Mode

En un comienzo cuando me preguntaban porqué no quería entrar más a esa casa yo partía rehuyendo de la pregunta, dando excusas ridículas y finalmente tratando rápidamente de cambiar de tema. La verdad era simple y comencé a decirla cuando me percaté de que contar la verdadera razón hacía que dejaran de querer saber más y que eran ellos mismos los que cambiaban el tema.

Así que después de un tiempo comencé a explicar que la razón por la cual no quería volver era simplemente porque de esa casa me había echado, después de terminar conmigo, la única mujer que creía haber amado. Y esa respuesta tan cierta como cursi y tan sincera como vergonzosa hacía que la gente se incomodara y dejara de molestarme.

Yo había llegado a esa casa, dos años atrás, luego de contestar un anuncio que encontré en la universidad. En esos momentos estaba en mi último año universitario, había terminado una práctica laboral de verano y como me encontraba con algo de dinero creía que podía irme a vivir solo, terminar mis estudios en los dos meses siguientes, encontrar trabajo y encaminar mi vida. Básicamente buscaba independencia y quitarme el aburrimiento que estaba sintiendo durante esos últimos meses. Era los buenos años en los cuales con una pequeña cantidad de dinero uno creía que podía encaminarse hacia el dominio mundial.

Recuerdo haber llamado por teléfono para consultar si la pieza aún se encontraba disponible y ahí me contestó Carolina y me dijo que sí y que si quería podía ir a verla al día siguiente y yo desde ese momento comencé a idealizar su voz, a la persona, al lugar y de paso mi futuro. Al día siguiente estaba tan nervioso que incluso, y esto es algo que nunca le conté a nadie, me equivoqué de dirección y terminé preguntando por Carolina en el número 299, pero de la calle anterior a la que correspondía.

Cuando llegué a la puerta correcta y ella abrió le respondí su sonrisa de bienvenida con una sonrisa/mueca que hice tratando de hacerme el interesante y que al parecer por su cara no cumplió su objetivo.

Me gustó inmediatamente (aparte de ella) el orden de la casa. Era un día caluroso para  los estándares de Concepción, pero ella usaba su bufanda artesa que tanto me gustó en ese momento y que después llegué a odiar al encontrar que no combinaba con ninguna prenda de su closet.

La casa tenía tres pieza y en ese momento tenía dos desocupadas. Me contó que hace poco se habían ido sus dos  hermanas mayores y que necesitaba co-arrendar si quería seguir viviendo ahí. Yo le dije que me interesaba y que si le parecía bien me podía cambiar al día siguiente. Ella me dijo que sí, me estrecho la mano a modo de cerrar el trato y diez minutos después yo ya iba camino a la casa de mis padres a buscar mis cosas, totalmente embobado y creyendo estar enamorado.

De eso ya han pasado dos años y por la casa pasaron más de diez arrendatarios incluyendo a Carolina que según supe se había ido hace unos meses atrás. Ahora estoy una vez más ahí con Marcelo y he tratado de evitar visitar la casa, porque tal como dicen mis amigos suelo atormentarme más de lo normal, y estar en ese lugar activa mi melancolía de una manera extraña.

Ojalá este Lucas - me dice Marcelo sacándome de mis pensamientos.

Debería estar, me dijo que estaba preparando una presentación o algo así, que por eso no se podía juntar antes con nosotros, pero que pasáramos a verlo.

Avanzamos por el jardín y antes de tocar la puerta esta se abre para dejarnos entrar. Marcelo me mira y yo siento que me quiere decir algo, pero agacha su mirada y entra primero a la casa. Yo lo sigo, cierro la puerta y siento el mismo olor a cigarro y cerveza que  tanto me molestaba los últimos días que viví ahí.

Me saco mi mochila y la dejo en el sillón. De pronto otro olor llama mi atención y antes de darme vuelta ya se de quien es.

Hola Rodrigo - me dice alguien saliendo de la cocina - y ahí la veo, con su misma sonrisa y su maldita bufanda llena de motas.






martes, noviembre 15, 2011

Maquinaria 2011

Odio los revival. Los odio porque en parte creo que musicalmente si algo es bueno no existe necesidad de andar reviviendolo de forma artificial cada cierto tiempo. También es cierto que soy alguien que en materia musical odio mucho, así que sumar otra cosa a la lista no resulta extraño.


Por eso asistir el día sábado a la segunda versión del festival maquinaria, el cual venía cargado en sus show principales a nostalgia noventera, hacía que la apuesta no fuera segura y que existiera cierta suspicacia en torno a la parrilla del festival y lo que esta podía entregar.

Por asuntos de tiempo y después de sortear el pésimo acceso (separado por sector y por género) pudimos cruzar la polvareda con @elDiadeAnna y llegar directamente a uno de los escenarios principales en donde ya tocaban Black Rebel Motorcycle Club con casi 30 grados y enfundados en cuero. Desgraciadamente ya en la parte final de su show y tocando sus últimas dos canciones no hubo margen para poder disfrutarlos más y apreciar a Leah Shapiro dándole a los tambores.



Down

Pantera fue uno de mis grupos favoritos de adolescente y nunca los pude ver en vivo. Tengo que ser sincero y decir que nunca seguí con interés los proyectos individuales de los ex Panteras y solamente tengo en mi colección NOLA de Down como una extrañeza más que como un disco de los que escucho regularmente. Anselmo se para sobre el escenario y habla con la misma violencia con la que canta y ya al segundo tema tiene la frente inflamada por un golpe que se autoinflinge con el micrófono y uno frente a esa muestra de entrega no le queda más que disfrutar y tratar de seguirlo en cada una de las canciones que toca el grupo. 

Sin embargo Down no es Pantera y Anselmo eso lo tiene claro y constantemente entre canción alienta al público y nos dice que lo único que quiere es que pasemos un buen momento juntos. Desgraciadamente el sonido fue de lo peor del día y el sonidista nunca pudo encontrar el balance para poder poder disfrutar a plenitud la potencia del grupo. Pero Anselmo se ve feliz y toma cerveza constantemente e incluso cuando se percata que la gente se esta cambiando de escenario por el pronto comienzo de Alice in Chains bromea y canta el coro de "Rooster" saludando a sus viejos compañeros de gira.

Anselmo sabe como mover al público metalero y dedica "Lifer" a Dimebag y nos regala el coro de "Walk" de Pantera para que cantemos como un calmante para dejarlo interpretar tranquilo cosas de su actual banda.

Un buen comienzo, pero que se hubiese disfrutado más si el sonido hubiese estado a la misma altura que la entrega.

Alice in Chains

El grupo que menos me interesaba escuchar. A mi siempre me aburrió Alice in Chains y su propuesta de grunge melancólico. Lo se, lo mio no tiene asidero musical, pero así es la vida. Yo aún tengo traumas de cuando mis amigos en carretes ponían los disco de Alice in Chains y mataban la alegría.

Alice in Chains nunca se habían presentado en Chile y venían con disco nuevo, así que imagino que para los fanáticos tiene que haber sido un excelente encuentro.

El primer riff de la banda hizo correr a la gente que venía recién entrando y el público coreó todas las canciones, viejas y nuevas que el grupo interpretó. El nuevo cantante, una especie de Lenny" Kravitz grunge mantiene el tono del original de Alice in Chains quienes logran por lejos el mejor sonido de todo el día sábado.

Chris Cornell

Cornell al salir al escenario miró al público y dijo "Espero que tengan ánimo de escuchar a un tipo solo con su guitarra cantando alrededor de una hora" y sinceramente no pudo hacer un mejor resumen de lo que hizo sobre el escenario, sin embargo el riesgo que asume al presentar este tipo de show es un riesgo controlado ya que sabe que donde vaya puede contar con su voz, con el respaldo del largo catálogo de canciones que le entregan sus pasos por grupos como Soundgarden y Audioslave y con su siempre vigente arrastre con el público femenino. Cornell se da el tiempo de afinar su guitarra entre canciones e introducir la siguiente mientras se abriga con una camisa (de franela obviamente) que le lanzan desde el público, hacer gritar de furor a las jóvenes (y las no tan jóvenes) cuando se saca el chaleco de lana y las hace suspirar cuando dedica "Like a Stone" de Audioslave a su señora. Esta vez viene con el pelo largo y es una especie de mesías con el pelo largo y look desgarbado que hiptoniza a su masa oyente, lejos la más tranquila de todo el día y que escucha con devoción las interpretaciones ya usuales de Cornell en formato acústico.

Cornell invita al chileno Alain Johannes a acompañarlo en la interpretación de dos temas y antes de terminar se lanza con "Imagine" de John Lennon, "A Day in the Life" de The Beatles y termina con "Blow Up the Outside World" de Soundgarden antes de retirarse del escenario sin ningún bis y obviamente nadie se enoja demasiado porque en realidad su público nunca le cuestionará nada de lo que Cornell haga sobre el escenario (incluso un show acútico en un festival de rock).

Faith no More

Fueron los únicos en salir fuera del horario presupuestado, lo que demuestra que pasar tanto tiempo en Chile los ha hecho tomar costumbres nacionales. Tienen el escenario más arreglado del día, adornado con flores y un pulcro fondo del mismo color blanco con el que ellos andan vestidos. Patton habla español con un extraño acento mexicano, pero aclara que en México le dicen que habla con acento chileno. Tocan el disco "King for a Day... Fool for a Lifetime" (o Rey por un día.. huevón de por vida como lo traducen) de forma íntegra y aunque las pantallas del escenarios comienzan a fallar y el audio es más bajo de lo normal la gente las canta todas.

La comunión del grupo con chile esta grabada a fuego (o a escupos) y a eso el grupo le saca provecho con sus varias referencias a Chile, al conflicto educacional, a las chupallas de huasos y aluciones a Miriam Hernandez. 

Terminan con una buena interpretación de "Just a Man" con coro incluido y luego se lanzan el bis mas largo de todo del día con cuatro canciones olvidando por completo el respeto por el programa, pero eso no importa ya que son de la casa y la gente le aguanta a Patton y compañía cualquier cosa.

Megadeth

Era el grupo que más quería ver y desgraciadamente a esa altura del día el frio ya había disminuido el ánimo y las rodillas ya no aguantaban como al comienzo. Sin embargo el grupo sale inmediatamente con "Trust" sin dejar espacio para poder gritar "Megadeth, Megadeth" y los metaleros ya están rendidos. Mustaine no habla entre las tres primeras canciones y se dedica a tocar y cantar con su usual cara de enojo y uno piensa que a la larga Megadeth a envejecido mejor que Metallica e incluso sonríe pensando en una dulce revancha para la banda.

Megadeth suena excelente por momentos y el viento no hace tanta mella en su sonido como lo hizo con Faith no More y Alice in Chain.

Acá no hay parafernalia, sino guitarras rápidas y canciones clásicas del imaginario metalero y si bien el show de Megadeth fue quizás el más corto del día resultó ser un excelente cierre para una larga jornada de reencuentros y de nuevos recuerdos.





martes, septiembre 20, 2011

Red Hot Chili Peppers

Siempre he pensando que si uno pudiera transcribir el momento exacto en el cual se percata de cual es su banda favorita, ese momento sería una gran historia. 

Desgraciadamente yo no recuerdo en que momento me comenzaron a gustar los Red Hot por lo que siento que una buena historia se perdió por ahí. Sin embargo lo que si recuerdo es que el primer disco compacto que tuve fue uno de ellos; One Hot Minutes, el cual llegó a mis manos y de ahí nunca más los Chili Peppers salieron de mi lista de reproducción.

One Hot Minutes es uno de mis discos favoritos y desgraciadamente nunca tocan ningún de sus tema en sus conciertos. Los Red Hot son una banda con una cantidad de éxitos tan grande que pueden prescindir de tocar algunos de sus sencillos más exitosos y aún así tener un setlist lleno de singles y canciones fáciles de corear. Esta vez llegaron con su espectáculo a pocos días de haber lanzado su último disco y al ser la segunda vez que los veo en vivo mis expectativas era más bajas respecto a que esperar sobre el escenario por parte de la banda.

Kiedis es algo extraño de ver en vivo porque al escucharlo en los discos uno esperaría más entrega sobre el escenario de parte de él, sin embargo sus interpretaciones en vivo son más bien lejanas y algo parcas. A pesar de eso y de que las canciones de su último disco son más melodiosas logró una eficiente interpretación y mínimos bochornos en quizás la siempre menos pulida parte del grupo sonando en directo.

De Flea es poco lo que se puede decir, funciona como el verdadero frontman de la banda y también como el enlace entre el público con su tarzanesco español. Verlo tocar el bajo siempre va a ser una regalo para los fanáticos del sonido de la banda, el cual se complementa a la perfección con un Chad Smith que suena en batería tan limpio como en los discos y mejor marcando los tiempos de la banda en vivo. Darle rápido y fuerte a la batería no sirve de nada si no puedes marcar un buen ritmo y Smith los marca como pocos. Correcto el desempeño del nuevo guitarrista, se podrá extrañar a Frusciante como fuerza creativa, pero por suerte en vivo "el nuevo" sabe lo que hace y uno termina aceptando sin tanto remordimiento la baja.

Un sonido algo bajo en un estadio que debutaba en grandes conciertos, con varios padres acompañando a sus hijos adolescente lo cual nos hacía caer en cuenta de que ya no estamos frente a una banda nobel, sino frente a una que camina por su madurez musical, no viviendo de refritos sino que buscando nuevo sonidos y eso siempre se agradece de tu banda favorita.


Red Hot Chili Peppers
Estadio Monumental
16 de Septiembre de 2011

Setlist:

1.- Monarchy of Roses 
2.- Can't Stop 
3.- Tell Me Baby 
4.- Under the Bridge 
5.- Ethiopia 
6.- Around the World 
7.- The Adventures of Rain Dance Maggie 
8.- Dani California 
9.- Olé Olé 
10.- Factory of Faith 
11.- Otherside 
12.- Me & My Friends 
13.- Soul to Squeeze 
14.- Higher Ground 
15.- Californication 
16.- By the Way 
Bis 
17.- Chad Drum Solo 
18.- Dance, Dance, Dance 
19.- Sir Psycho Sexy 
20.- They're Red Hot 
21.- Give It Away 

martes, julio 19, 2011

Mis Cinco Mejores Conciertos

5.- Motörhead - Estadio Victor Jara
Santiago 2007

En Abril de 2007 dí mi presentación de titulo y a los siete días después andaba viajando por Perú con la Mimí visitando Machu Pichu, después teníamos planeado un viaje a Buenos Aires, pero yo tenía escala en Santiago para asistir a la revancha de Lemmy en Santiago. Un Victor Jara lleno y gritando durante largos momentos "Lemmy, Lemmy" como tratando de pedir disculpas por aquél concierto de 1995 en donde solo llegaron 500 personas.

La decepcionante calidad del sonido fue sobrellevada por la intensidad y el carisma de Lemmy en el escenario. Quien se dio maña para salir a cantar solo uno de sus temas en su veta de másrockabilly y en donde se le escucho de manera silenciosa y ceremoniosa como quien escucha a una leyenda viva del rock.

Un pegoteado y transpirado concierto que llego para pagar deudas y disfrutar de la verruga de Lemmy en vida.

4.- Red Hot Chilli Peppers - Pista Atlética Estadio Nacional
Santiago 2002

En el año 1999 los Red Hot vinieron por primera vez a Chile y yo en esa época cursaba cuarto medio y ni siquiera hice el amago de tratar de juntar dinero para viajar a verlos. Sin embargo lo que sí hice fue juramentar asistir a su próxima venida como fuera.

Y la revancha llego el año 2002, así que después de un certamén de Macroeconomía agarré mi bolso y partí a Santiago con la entrada en mano y completamente solo a mi primer concierto masivo en la capital. Recuerdo haberme juntando con Mario unas horas antes y haber acortado la tarde en base a cerveza. En ese tiempo tenía el pelo largo y disfruté a concho el concierto saltando incluso con Los Tetas que talonearon el evento. Era la vuelta de Frusciante a las canchas y desgraciadamente la calidad del sonido dejó mucho que desear en un concierto que a la usanza de los Chili Peppers estuvo cargado de energía y potencia.


3.- Los Tres Unplugged - Teatro Universidad de Concepción
Concepción 1997

Ese año si había un grupo chileno al cual ver en vivo eran Los Tres. Los quería la crítica, los medios y sonaban insistentemente con la lúdica y cargante "Quien Es La Que Viene Alli". Habían alcanzado record de ventas con su disco Unplugged y lo venían a presentar al Teatro Concepción. Recuerdo que el cartel de ese concierto (que tengo gracias a que la Mimi lo pidiópor ahí) iba a ser la caratula del disco, pero la disquera encontró que era poco internacional (algo estúpido para un grupo latinoamericano que en su repertorio toca folcklore). A diferencia de la salida habitual de los músicos desde la trastienda del teatro, esta vez Los Tres (mas los cuatro músico invitados) se dieron la maña de entrar tocando desde la entrada del teatro, emulando una marcha circense y que dio el puntapié inicial a uno de los concierto más perfectos que he escuchado de una de mis bandas favoritas.


2.- Muse - Teatro Caupolicán
Santiago 2008

Conocí a Muse a través de Dayanna, es probable que hubiese llegado solo a ellos mas tarde, pero fue ella quien me los presento y alentó a escucharlos. Yo por ese tiempo solo conocía la canción Time is running out a través de un video en el cual nunca podía alcanzar a ver el nombre de quien cantaba. Llegue a Muse cuando ya tenían tres discos y estaban próximos a convertirse en la gran banda en vivo en la que están convertidos ahora. El concierto en el Caupolicán fue uno de los últimos antes de que las productoras comenzaran a estafarnos con las canchas VIP y nosotros compramos entradas a palco (las más caras) a solo $30.000. El concierto era la presentación del Black Holes and Revelations y venían de una presentación monstruosa en Wembley.

Lo del Caupolicán fue una muestra rotunda del por que en ese tiempo ya era catalogado como el mejor directo del globo. Excelente en sonido, entrega, calidad y un setlist largo y variado para dejar a todos contento. Bellamy canto con una chupalla, megáfono y reventó, en una de perfecto timming, uno de los grandes globos que cayeron al finalizar el concierto.

Es cierto, no era un estadio en donde quizás mejor hubiese sido ver un show de tanta potencia, pero por ganas e intensidad fue un show perfecto y uno de los mejores que paso por Chile ese año.


1.- KISS - Estadio Bicentenario de La Florida
Santiago 2009

Deben existir pocas cosas mas icónicas en el mundo del rock que cuatro tipos vestidos con cuero, maquillados y con un espectáculos de fuegos artificiales. Kiss es una de las bandas que hay que ver en vivo cueste lo que cueste (la otra a mi parecer es AC/DC) y yo tuve la suerte de poder asistir con cinco de mis mejores amigos.

Los conciertos de KISS se rigen por manuales y uno después de ver un par de DVD en vivo de la banda podría enumerar uno a uno los actos que van a ocurrir: Gene subiendo hasta la cima del escenario y tirando sangre, Paul volando por arriba del público y jugando, ya en sus 50, a ser un joven rockstar y el Gato....bueno, el gato es el gato.

Recuerdo que la banda nacional que abrió el concierto fue lo peor, sin embargo todo quedó olvidado cuando escuchamos las míticas palabras que abren el show: "You Want The Best, You Got The Best! The The Hottest Band in the World: KISS"........y la locura comenzó.

Un concierto lleno de clásicos de otras épocas que nosotros a través de los años convertimos en nuestros himnos, entre los cuales hasta hoy recuerdo la parafernalia final en Rock & Roll All Night con esa cantidad de papel volando por los aires y nosotros sintiéndonos parte de uno de los shows en vivo más importante de la historia.


sábado, mayo 21, 2011

La Protesta

Es difícil tratar de encajar la palabra pacífica al lado de la palabra protesta. Si de algo podríamos apostar a ojos cerrados es que después de cada manifestación importante siempre habrá rosca. Y este a sido por años la gran excusa de la gente que ve con malos ojos esta manera de protestar y de demostrar su descontento frente al status quo o al descontento del momento.

Recuerdo que fue en octavo básico mi primera protesta y como todo en esa época las grandes cosas pasaban en la sala de clases. Corría el año 1995 y Francia retomaba las pruebas nucleares en el Atolón de Mururoa. Nosotros, obviamente pendejos jugando a protestar, nos pusimos delante del pizarrón en la clase de Francés y nos encademos entre brazos gritando en contra del Gobierno Francés y lo que entendíamos era incorrecto. No logramos mas que una sonrisa de la profesora y demorar un poco el comienzo de las clases, pero eso fue suficiente para nosostros.

Ayer recordaba mi historial de marchas y protestas, incrementadas notablemente durante mi época universitaria, mientras marchaba desde Plaza Italia a la Moneda protestando por Hidroaysen. Ayer entre desconocidos, en otra ciudad, con algunos gritos nuevos, pero con las mismas banderas de luchas al comienzo de la avanzada.

Resulta interesante el cambio de generación que sale a protestar, indudablemente por el hecho de que yo estoy más viejo, pero también sumado al llamativo hecho de que a esta generación le importa salir, aunque sea por mostrarlo más tarde en Facebook o escribirlo en el momento en Twitter. Resulta grato porque ha sido siempre la apatía lo que mayormente se le critica a cada generación de jóvenes y es esperanzador ver que algo moviliza a la de hoy.

La manifestación de ayer fue importante por el número de personas que se movilizó en el país, porque la gente ya no solo sale por Hidroaysen sino por un sentimiento de malestar general a como se están haciendo las cosas y porque se siente que algo se tiene que cambiar y no se tiene temor a salir a la calle a decirlo.

Es otra generación y esta, para bien o para mal se acostumbra a salir a la calle.

lunes, enero 10, 2011

Capítulo Dos

II

That Joke Isn't Funny Anymore - The Smith

¿Y porque te gusta mas el otoño? - le pregunto tomando mi último sorbo de cerveza.

Debe ser porque no me gustan los extremos. - me responde Marcelo - Odio mojarme en invierno y odio quemarme en verano. Además me gusta caminar algo abrigado por Concepción en otoño, pero siento totalmente sincero creo que no me gusta el verano porque nunca he superado esa fobia de mostrar mis brazos y piernas flacas.

En eso llega la cuenta. Marcelo me mira, se sonríe y me dice que él paga.

Yo le sonrío de vuelta y dejo la billetera de vuelta a la mesa. Le pregunto porque hoy llegó nuevamente tarde.

Sufro de Jet Lag en la locomoción pública. Me subo a un bus y cuando me bajo es como si hubiese cambio de horario – me dice mientras recibe su vuelto.

Marcelo saltó a la fama hace dos años cuando perdió en un bus su cuaderno de cuentos. Una profesora de universidad lo encontró y como no tenía dirección ni nombre alguno empezó a publicar los cuentos en Internet y de a poco estos empezaron a hacerse conocidos. Marcelo fue encontrado y posteriormente publicado, medianamente vendido y con más fama del ambiente de la que puede soportar.

Me estoy quedando sin plata. – me dice de pronto – Mi editor me dice que me puede dar un adelanto por el próximo libro, pero no me gusta lo que he escrito desde que perdí mi cuaderno.

Osea desde que perdiste a Pamela. - Le replico esperando alguna respuesta.

Lo de la falta de dinero no es nada nuevo. La liquidez financiera le duró a Marcelo solo dos meses y después de eso ya andaba proyectando su descalabro económico.

Le pregunto que quiere hacer a continuación.

Caminar un rato – me responde - no quiero subirme a otro bus. Cuando venía para acá muerto de calor traté de abrir la ventana y no pude. Me levante a abrir la que daba al asiento de atrás y tampoco pude. Me dio mucha vergüenza. Es increíble como un par de ventanas te pueden socavar tu autoestima.

Nos levantamos, empezamos a caminar y de pronto me dice:

El otro día pensaba en invertir en algo. Cuando empecé a hablar de eso con gente cercana me venían con locas y artísticas ideas; centros culturales, intervenciones artísticas y publicaciones de poemas en miniatura o aéreos. Así que ahora tengo la idea de invertir en algo lo más alejado posible del arte.

¿Mercado de valores, fondos mutuos, compra de acciones de un equipo de fútbol?

Una Frutería  – me dice algo avergonzado. Le conté de la idea a mi ejecutivo del banco y me dijo burlándose que debía llamarse “Sopa de Letras”. Si el negocio le gusta a un ejecutivo de banco significa que cumple con el objetivo de alejarse del arte ¿no crees?

Prefiero cambiar el tema, en mi interior pienso que lo de la frutería es una pésima idea, pero no me atrevo a decirlo.

¿Que es lo más vergonzoso que has hecho por Pamela? - le digo de pronto

Me queda mirando y sonríe nuevamente. Usualmente lo hace cuando empieza a contar algo que resultará vergonzoso.

Hace unos años cuando recién la conocí supe sus horarios de clases y trataba de interceptarla en la vuelta a casa. Tengo que haber salido un par de semanas a caminar cerca de su paradero y la verdad es que me encontré con ella un par de veces, pero en solo una pude acercarme a hablarle. En las otras me aleje sin siquiera saludarla.

Eso más que vergonzoso es algo escalofriante ¿se lo contaste alguna vez?

Si, pero tenemos un trato tácito psicótico. Con Pamela nos conocimos esa vez que tuve que viajar a Valdivia por un trabajo, esa mañana llegue al terminal y la vi de inmediato cuando bajé en otro anden. Me llamo inmediatamente la atención su pelo rubio en esa helada y nubosa mañana. Yo tenía que hacer hora así que me senté en el terminal a esperar leyendo. De pronto ella se me acerco y me dijo: “Esta corriendo Norte, va a llover”. Yo solo atiné a sonreirle, cerrar mi libro y explicarle que no era bueno orientándome geográficamente, todo esto mientras trataba de descifrar el porqué se había acercado a conversar conmigo. Tiempo después le pregunte porque lo había hecho y su respuesta fue que siempre había querido conocer a alguien al estilo Hollywodense, osea iniciando una conversación casual con un desconocido. Recuerdo el haberle recriminado la posibilidad de que yo hubiese sido un psicópata y su practica respuesta fue que igual hubiese sido Hollywodense, pero de modo más tétrico.

Es una buena historia. – respondo – Quizás también sea una buena forma de empezar un nuevo libro.

Quizás. – me responde e inmediatamente me pregunta – ¿es una mierda lo de la idea de la frutería, cierto?
 

Sí, lo es - le respondo - es una soberana mierda.

Marcelo me sonríe y me apunta a la casa. Al ver mi cara de rechazo me toma de los hombros y me guía hacia ella.

Ya pasó mucho tiempo, es hora de que volvamos. - me dice.

Yo no digo nada y me dejo guiar. No pienso ir a comprar ni una puta fruta a tu negocio - le respondo mientras Marcelo solo atina a seguir sonriendo.