viernes, octubre 09, 2009

Requiem a una cachorra

Mi juego favorito con ellas era correr desde el portón de entrada del campo hasta el final de la planta cervecera y viceversa. En un comienzo cuando eran pequeñas les ganaba en ambos recorridos, sin embargo desde hace un poco mas de un mes y medio ellas me empezaron a ganar en la corrida de vuelta. Eso sí, siempre y cuando no se pusieran a molestar entre ellas durante las carreras lo que generalmente ocurría porque era la Trufa quien se ponía a morder a la Uhura durante el trayecto.

Fue a comienzos de Junio de este año cuando Jordi me llamo una noche diciéndome que afuera de su casa habían dejado abandonado dos cachorros y que quizás era buena idea llevarlas para el campo. Creo que no le dimos demasiadas vueltas y al día siguiente en la mañana ya estaban viajando con nosotros camino a Chaimavida. Recuerdo que durante una semana llamamos Ozzy a Trufa y Gene a Uhura antes de caer en cuenta que eran hembras.

Trufa era una perra simpática que cuando la retabas se tiraba de espaldas al suelo para que le hicieras cariño, lo cual generalmente uno siempre terminaba haciendo, y a diferencia de Uhura, la cual tiene un carácter más independiente y aventurero, siempre se mantenía al lado nuestro cuando andábamos caminando por algún sector del campo. Y su único gran problema es que cuando nos demorábamos más de la cuenta en llegar en las mañanas salía a al camino a recorrer y esperar a que llegáramos despreocupada de los autos y camiones que pasan a altas velocidades por ahí.

Hoy al llegar al campo Jordi la encontró muerta debido a un atropello y no he podido de dejar de pensar en varias cosas que pude haber hecho para evitar que pasara eso. Y el día de hoy, ya lo bastante lúgubre por lo lluvioso, se ha sentido bastante triste pensando en su ausencia y lo sola que se sentirá la Uhura desde ahora en adelante.

En la tarde después de que fue enterrada se abrieron unas Kurüko y se hizo un salud por ella. Y como no podía ser menos en la radio sonó Mama, I'm coming Home de Ozzy como un pequeño homenaje a ella , a su antiguo nombre y a su carácter, porque tuviera el nombre que tuviera mi cachorra juguetona siempre tuvo carácter de Osbourne.

Para Trufa, una de mis Perras Cerveceras


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2 comentarios:

Dayanna dijo...

:(
me da pena

Emilio Sobrevía dijo...

Aún lo recuerdo.