sábado, abril 11, 2009

Innovar en Crisis, Emprender en Burocracia.

Douglas Coupland, lejos mi escritor favorito, señala en su libro Microsiervos al estado “Uno Punto Cero” como aquel momento en la vida en donde uno decide lanzarse a hacer la nueva versión de algo, algo tope o sencillamente algo nuevo. Si bien en un comienzo Coupland lo usa para definirlo de un punto de vista informático ( de ahí lo de 1.0) al final termina usándo para todo aspecto de la vida en donde uno decide lanzarse por cuenta propia.

Por eso me gusta Coupland, porque en cada uno de los libros que he leído siempre encuentro algo (a veces frases, a veces personajes, a veces historias o capítulos enteros) narrativamente empático a mi vida actual.

Y en este caso principalmente sería con aquello de el “Uno Punto Cero”

Si de algo me he dado cuenta durante estos meses es que suele verse el emprendimiento como una alternativa laboral por descarte más que una alternativa por elección. Lo cual asumo que se debe exclusivamente a que el viejo paradigma aspiracional de encontrar un trabajo para toda la vida y jubilar en el mismo escritorio sigue siendo una especie de anhelo popular que aún se persigue.

Emprender en Chile no solo implica gasto de dinero, sino que también consumo de tiempo con lo cual suele verse la etapa inicial de la creación de empresa como tiempo sin hacer nada o simplemente tiempo muerto.

En países como Canadá y Australia crear empresa es un trámite que debe dar gusto realizar debido a que mientras los oceánicos se demoran solo dos días en la creación de empresas los canadienses lo hacen en solo tres días. Lo del país Norteamericano es principalmente llamativo ya que lideran el ranking de los países del G7 en cuanto al menor número de trámites a realizar para crear una empresa, lo que conlleva al reducido número de días.

Obviamente en Chile el asunto es un “poco” mas complicado ya que según la Cámara de Comercio de Santiago el tiempo promedio de creación de una empresa en Chile es de 130 días hábiles con los consiguientes costos en trámites que en nuestro país ascienden al doble. (Si a eso le suman ineptitudes de notarias y abogados la cosa se estira un poco más).

En todo eso pienso mientras terminamos de juntar papeles para la sociedad y nos entregan un listado de 16 papeles más para el asunto de los trámites de la electricidad. Pero bueno, que diablos..........si es por un “Uno Punto Cero” entonces vale la pena.

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