miércoles, octubre 29, 2008

Elecciones

Cuando pendejo rayaba más con las elecciones que con la Teletón. De hecho una de las cosas notables de tener 18 años era poder sacar licencia, salir del colegio para dejarse el pelo largo y poder inscribirse para votar. Para las Presidenciales de 1999 como no pude botar, tenía solo 17 años, fui a trabajar en los albores de las proyecciones de la Radio Bío Bío. Proyecciones que el día domingo citaban de manera abierta canales como Meganoticias y Chilevisión. Mi trabajo simplemente era contestar el teléfono y anotar las cifras de las mesas escrutadas que los corresponsales vomitaban en el transcurso de la tarde a medida que las mesas cerraban.

Las elecciones, como todos aquellos eventos crónicos y efemérides que ocurren en Chile (llámese Navidad, 21 de Mayo y 18 de Septiembre entre otros) suelen venir con una amplia cobertura televisiva y todo los lugares comunes que esto conlleva (la palabra "deber cívico" es igual a elecciones como la palabra "país solidario" es igual a Teletón ). Aun así en los días eleccionarios no puedo dejar de quedarme pegado en las transmisiones televisivas. De hecho en las pocas votaciones que llevo en el cuerpo lo siguiente que hago después de ira votar es quedarme pegado en la televisión y hacer zapping esperando por los resultados.

Hablar del excesivo centralismo en las transmisiones sería redundante y algo estúpido teniendo dos canales de la zona trasmitiendo en vivo, aunque con una calidad algo deficiente (puntos bajos en Canal 9 tanto sus móviles como sus gráficas y en TVU bajito y aburridas las periodistas ancla que estuvieron toda la tarde). Aún así haciendo una ejercicio titánico con el control remoto, ni haciendo combinaciones para Fatalities apreté tantos botones en un día, lograba encontrar más que una noticia que me interesara.

En cuanto a los ganadores, una lástima lo de Concepción y lo irritante que llega a ser la ceguera de los penquistas. EL 60 % que obtiene una alcaldesa sin fondo político, que se niega a debatir y que tiene sumido a Concepción en un estado de pausa progresista alarmante es algo que mi mente no logra procesar. Sin embargo el error de la Concertación al poner a un tipo como Ulloa, representante obvio de todo aquello que tiene aburrido a la gente, es algo con lo cual la gente tendrá que cargar por cuatro años más.

En Talcahuano el sentido común por suerte fue la tónica y logró vencer acuerdos de cuatro paredes hechos sin escuchar a la gente. Esperemos que Saavedra pueda hacer algo por Talcahuano con su presupuesto deficiente y el arrastre de la cesantía extrema del Puerto.

Por el bien de todos, que al final es lo único que importa.




viernes, octubre 10, 2008

Old Musical Express

Unas semanas atrás dejo mi computador en la oficina de correos rumbo al servicio técnico luego de haber encontrado una garantía extendida debido a unas fallas que estaban teniendo los equipos. En esos mimos instantes venía viajando tambien vía correo mi nuevo-viejo tocadisco adquirido en una compra impulsiva de noche de sábado luego de ver por énesima vez Alta Fidelidad.

Todo un proceso de Regresión Tecnogológica cuyo mayor daminificado va a terminar siendo mi
viejo que ha dejado de jugar al casino y revisar el facebook tan seguido por las horas de computador que le robo día a día.

El "unico" problema del vinilo es que no hace el trabajo de scroobling para Lastfm.

Lastfm es la única red social que realmente disfruto. Y la razón debe ser que une dos de las cosas que más me agradan; por un lado la música y por el otro la recopilación algo ansiosa de información. Lo bonito de Lastfm es que se encarga automaticamente de ir recopilando la música que escuchas, subir los temas y cargar innumerables listas musicales para después revisarlas, ver recomendaciones y manejarlas en tu perfil.

Me imagino de haberlo tenido años atrás y haber podido ver hoy reflejada en las listas mis periodos pegados con Avantasia, Pantera o Van Halen tan claro como ahora se ven lo pegado que estoy con Muse, Pulp o Queens Of The Stone Age.

Por ahora me vanaglorio escuchando los viejos vinilos de mis padres un poco más cerca de obtener de una vez por toda Alta Fidelidad en mis oídos.